La necesidad de adaptar las viviendas a las exigencias de eficiencia energética está afectando al diseño de las cubiertas inclinadas. Para conseguir mayor resistencia ante cualquier circunstancia ambiental, THERMOCHIP® ha desarrollado paneles sándwich de madera que simplifican el proceso constructivo, mejoran el aislamiento térmico y minimizan su mantenimiento.
La concentración de gases contaminantes en la atmósfera es la principal causa del cambio climático. Sus efectos sobre la arquitectura se dejan notar con mayores precipitaciones, temperaturas y velocidades de viento. Las nuevas circunstancias térmicas significan un nuevo cuadro de exigencias para la cubierta.
Se considera inclinada una cubierta con un mínimo de pendiente de entre el 10% y el 20%. Esta inclinación depende de la cantidad de precipitaciones del lugar y el tipo de material que se desee utilizar. Tanto en edificaciones pequeñas como en grandes superficies, los paneles THERMOCHIP® permiten aligerar la cubierta. Una característica relevante ya que influye en su puesta en obra, que se puede hacer de forma más rápida gracias a los paneles sándwich de madera debido a su facilidad de manipulación.
El hecho de que THERMOCHIP® tenga el aislamiento incorporado en su núcleo de poliestireno extruido también es otra ventaja para construir una cubierta ligera puesto que evita fugas de calor en invierno y exceso de sol en verano. Es por eso que la cubierta inclinada convenientemente aislada e impermeabilizada tiene un papel activo en la búsqueda de la eficiencia energética del edificio. Los planos inclinados orientados a sur con una pendiente de entre 45º y 60º resultan ideales para el ahorro en consumo energético.
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