Las cubiertas de madera conservan su capacidad de carga en un incendio durante más tiempo que las de hormigón y las de acero de igual resistencia. Gracias a las propiedades naturales de la madera, alrededor de su núcleo se forma una capa de carbonización que retarda la pérdida de material en caso de fuego.
Con el hormigón, cuando la temperatura se incrementa en la estructura metálica del interior, ésta se dilata con rapidez provocando riesgos muy elevados de derrumbe. Además, el fuego provoca una disminución de la resistencia y del espesor, con los consiguientes peligros de desprendimiento.
Por el contrario, con una estructura de madera y paneles sándwich THERMOCHIP®, la cubierta mantiene estable su capacidad portante durante más tiempo. Esto se debe a que la madera produce una combustión lenta y se ralentiza con el transcurso del fuego porque la capa carbonizada aísla del calor al interior de la estructura.
El acero, a pesar de ser incombustible, pierde su capacidad portante a 450ºC y puede deformarse. La madera permanece intacta un centímetro por debajo de su superficie, aunque se alcancen temperaturas de 500ºC ó 1300ºC. Gracias a tratamientos ignífugos, nuestros paneles THERMOCHIP® TYH, TCH y TKH cuentan con una resistencia al fuego de clase B, es decir, tienen una contribución al fuego muy limitada. THERMOCHIP® TPyH cuenta con una calificación Bs1d0, esto es, una contribución muy limitada al fuego, baja generación de humos y no se propaga por goteo.
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