La rehabilitación energética tiene como objetivo disminuir la demanda energética de las viviendas. El aislamiento térmico es una de las soluciones más importantes e inmediatas: cuanto mejor aislado esté nuestro hogar, menos energía consumirá.
Una rehabilitación energética a través del aislamiento térmico contribuye a crear ambientes sanos y confortables. Además de ahorrar energía, se reduce el nivel de ruido del interior de la vivienda. El confort acústico es relevante ya que el ruido excesivo puede provocar molestias e incluso problemas de salud. Además, evita condensaciones y la aparición de humedades que pueden dañar la vivienda y favorecer la aparición de moho.
Cuando aislamos cubiertas y paredes evitamos que aparezcan «puentes térmicos», zonas por las que el calor se filtra más fácilmente que en el resto. Además de ocasionar una pérdida muy significativa de energía –entre el 20% y el 40% de la pérdida total de calor de la envolvente del edificio-, los «puentes térmicos» provocan la aparición de «puntos fríos» en las paredes interiores, que conllevan la formación de humedades, condensación y hacen menos confortables las estancias.
Si realizamos una obra de rehabilitación que afecte a una superficie superior a 1.000 metros cuadrados con una renovación del 25% de los cerramientos (cubiertas, muros y suelos), se exige el cumplimiento del DB HE1 del Código Técnico de la Edificación sobre ahorro de energía. Una exigencia que establece que los edificios dispondrán de una envolvente que limite la demanda energética necesaria para alcanzar el bienestar térmico.
El ahorro energético dependerá del tipo de vivienda que tengamos. En general, para un proyecto de rehabilitación energética, los ahorros en consumo de energía pueden ir del 5% al 20%, así como ahorros anuales en la factura de energía entre 500 y 2.000 € por edificio.
El aislamiento térmico requiere de una inversión que se podrá amortizar fácilmente gracias a que se reduce el gasto en calefacción y aire acondicionado. Un aislamiento térmico como los paneles sándwich THERMOCHIP® garantiza una larga vida útil, de forma que una rehabilitación térmica puede amortizarse perfectamente en menos de 10 años.
Para más información, consulta las ayudas disponibles para rehabilitación energética.